La chica de nieve de Javier Castillo – En busca de una hija perdida

 

La chica de nieve de Javier Castillo nos presenta un caso de desaparición de menores que se complica con cada página que pasamos. Cuando en 1998, la pequeña Kiera Templeton desaparece durante la cabalgata de Acción de Gracias, sus padres hacen todo lo posible por encontrarla. La infructuosa búsqueda por la ciudad termina cuando encuentran unos mechones de pelo de la niña junto a su ropa. Años después, Aaron y Grace Templeton siguen viviendo con la esperanza de que su pequeña aparezca pero saben que con cada mes que pasa, las posibilidades se reducen. Hasta que un día reciben una cinta con una grabación inesperada de Kiera jugando en una habitación desconocida.

 

Lo mejor

• La chica de nieve comparte un detalle claro con su predecesora: su poder para atraparnos. Y es que una vez más Javier Castillo nos ofrece una novela muy adictiva que, mediante el juego de pasado y presente y las verdades ocultas, nos engancha a la historia desde las primeras páginas y no nos deja escapar hasta llegar al final.
• La chica de nieve es una novela muy emocional, en el sentido más estricto de la palabra. Javier Castillo nos adentra por completo en un drama familiar en el que la desaparición de uno de sus miembros trastoca el status quo y derrumba los pilares. La capacidad del autor para plasmar sobre el papel este giro y las consecuencias del mismo es uno de los mejores pilares de la novela.
• Aunque en general todo el elenco está muy bien construido, es Miren Triggs la auténtica joya de la corona por el enorme carisma que desprende y la completa entrega que demuestra ante la búsqueda que centra la trama. La empatía que genera con el lector hace que la historia se viva más intensamente. 

Lo peor

• No es difícil vislumbrar el desenlace de La chica de nieve. Realmente, Javier Castillo no nos sorprende demasiado con la conclusión y, a pesar de lo bien que dirige la novela, acaba decepcionando ligeramente al ofrecernos un final más bien previsible.